El futbolista francés que llegó del Borussia Dormunt al Barça a golpe de talonario como sustituto de Neymar sigue haciendo de las suyas. Ningún entrenador hasta ahora ha sabido convencerle de que es un gran futbolista, su rebeldía le ha cegado.
Hasta ahora, no ha dado ningún problema en la era Koeman. De hecho, durante el parón de las selecciones, el futbolista francés se ha tomado muy en serio lo de los entrenamientos, algo que no pasó nunca con Valverde o Setién.
Koeman le observa, le mira, le analiza… porque le necesita. Sabe que tiene un gran talento pero también es consciente de que le falla la cabeza. A día de hoy solo ha jugado 20 minutos con el Barcelona y nadie en el vestuario espera que vaya a jugar mucho más conociendo el carácter del futbolista y del entrenador.
Ronald es igual de rebelde o más que Dembélé y ante cualquier mínima tontería actuará en consecuencia. El holandés está preavisado y está esperando un momento que llegará… el de la próxima metedura de pata de Dembélé. Todo lo que no sea eso serán buenas noticias.
