Las cosas no están siendo fáciles en el Valencia, un equipo que lleva muchos años con la soga al cuello por las cuentas y las deudas. Al equipo Ché la hace falta el dinero y el dueño, Peter Lim, lo tiene clarísimo porque el Valencia para él es un negocio.
El chino, como le llaman los futbolistas, sabe que tiene que hacer negocio para sanear al equipo y eso implica comprar barato y vender caro y he aquí el problema surgido con el director deportivo, Mateo Alemany, y con el entrenador Marcelino.
Tanto director deportivo como entrenador ya le han enseñado los dientes a Lim y están dispuestos a dejar el proyecto si no se hace lo que ellos quieren. La deuda es la principal razón de la disputa de poderes entre Lim y la parte técnica.
Peter Lim no cede en la ejecución del plan así como de su fichaje anual. Quiere protagonismo, más que merecido y es por ello que ha negado el fichaje de Rafinha del Barça pese a que Marcelino dio el ok a principios de julio.
Tras eso, va a haber lío y hay heridas que no han cicatrizado. Se avecinan tiempos difíciles en Mestalla. La gresca está asegurada…