El entrenador del Barcelona pende de un hilo y eso es así desde la pasada temporada. Ni gusta ni convence y en cualquier momento le podrían dar salida.
El extremeño no cuenta con el apoyo de la totalidad de la directiva, tampoco con el respaldo de los jugadores y sus planes de rotar no han sentado del todo bien.
De entrada Busquets al banquillo junto con Rakitic. Umtiti tampoco está demasiado contento y en ataque tendrá problemas ya que la izquierda no es el mejor lugar para Griezmann.
Bartomeu le ha respaldado pero en el vestuario no creen que sea el adecuado porque en la lectura del partido y en la toma de decisiones se bloquea cuando la exigencia es máxima.
Ernesto, a la mínima, será cesado. Es cuestión de tiempo porque Messi tiene la última palabra…