Lo de fútbol y los coches, en muchos casos, no son una buena combinación. Hay casos de conocidos futbolistas que son un desastre al volante, entre ellos CR7, Benzema, Balotelli y el mismísimo Guardiola han tenido más de un accidente en los que no les pasó nada pero el vehículo salió muy mal parado.
A esta lista de nombres hay que añadir a Sergio Romero, el portero del Manchester United que lleva dos accidentes de tráfico y dos súper deportivos destrozados. Primero fue un Ferrari y ahora un Lamborghini.
En el vestuario Red están alucinando con el nivel de siniestralidad de su compañero, nadie se lo explica ya que la policía poco pudo reprochar al futbolista en sus informes, en ambos casos dio negativo a todo tipo de sustancias prohibidas para conducir.
En el club piensan que el “chino” Romero no es un virtuoso al volante y pocos se quieren subir con él. El futbolista ha tenido suerte hasta ahora porque no ha sufrido ningún percance físico aunque todos tienen claro que su vida personal es como debe ser para un futbolista profesional: no sale, lleva vida tranquila… y su pareja es diez años mayor que él.
