Guardiola tiene mano dura y nunca lo ha negado. Habla con sus futbolistas, se muestra cercano cuando tiene que serlo pero ante todo impone disciplina sea con el futbolista que sea.

Nada más llegar al City impuso horarios y hábitos de vida saludables hasta tal punto de que sus futbolistas sienten la presión de pesarse a diario con el control médico pertinente. Pep hizo retirar cualquier tipo de máquina expendedora de comida y refrescos nos saludables. Además, obliga a sus futbolistas a comer y desayunar en las inmediaciones del club.

Clichy, un antiguo futbolista del City, ha dado fe de su mano dura y ha confirmado su obsesión contra el sobrepeso y el estado de forma. Guardiola es consciente de que se ganan los títulos a base de juego rápido y buena defensa y sus futbolistas han de estar “finos”. El ex futbolista francés reconoce que cualquier futbolista que pese más de 2 kg sobre su peso ideal estimado por el equipo médico del City ni entrena ni por supuesto juega. Así de claro, sea quien sea el futbolista.