Las cosas en el Atco. de Madrid no van bien y lo saben. Comenzaron la temporada con un Griezmann renovado a golpe de talonario tras un espectáculo lamentable sobre si renovaba o fichaba por el Barça. Además, convirtieron al Cholo en el entrenador mejor pagado del mundo, con un salario de 20 kilos por año.
Todos se las prometían felices porque la final de la Champions es en el Wanda, el Madrid no está haciendo buena temporada y a un partido el Atleti es capaz de ganar al Barça. Todo se vino abajo en el plazo de una semana: eliminados de la Champions por CR7 en el partido de vuelta, fuera de la Copa y aspirante imposible a la Liga.
En esta situación queda un Simeone descontento y desencantado. El argentino no está contento pero tampoco lo está el club con él. Han perdido parte de la confianza. Es más, si tuvieran que renovarle hoy lo harían pero no por la misma cifra por la que lo hicieron hace unos meses.
Gil Marín está cautivo de Simeone, no le queda otra que tenerle contento y solo espera que el día que se vaya, lo haga por su propio pie. Porque el precio de salida forzada del Cholo es impagable. Si el Atleti echase al argentino, el club tendría que pagarle una indemnización de nada más y nada menos que 100 millones de €. Cerezo y Gil Marín no quieren ni pensarlo…