Vinieron en el jet privado que suele alquilar Mbappè y se alojaron en el Hotel de gran lujo Eurostars, que sita en una de las cuatro torres del final del paseo de la Castellana.

Ese fue el centro de operaciones. Mbappè, Achraff y el hermano de éste no pararon en todo el día. Primero se fueron a comer al reconocido restaurante Leña, que está galardonado con tres estrellas Michelín. 

Allí disfrutaron de una larga y reposada comida. Por cierto, que el restaurante estaba a muy poca distancia del Santiago Bernabéu. Tras salir del restaurante, visitaron distintas zonas de la capital en una furgoneta de lujo con los cristales tintados. Estaba claro que kylian quería toda la discreción posible.

Transcurrida la tarde, quedaron para cenar con Sergio Ramos que también estaba en Madrid. Más de una decena de personas se juntaron con Mbappè y se fueron a cenar al 'Quinto Elemento'. Pero ahí no acabó la jornada, terminaron el día como Ramos bien sabe: en una de las discotecas de moda de la capital, en Opium, en la plaza de Atocha.

Con esta visita relámpago, Kylian tiene bastante claro, si es que tenía alguna duda, que Madrid tiene más vida que París o más. Ambiente no le va a faltar.