Camavinga mucho por trabajar

Eduardo Camavinga, aunque no lo parezca, se ha convertido en pocos meses en uno de los ojitos derechos de Carlo Ancelotti. El técnico italiano está encantando con el joven centrocampista francés.

Carleto y su hijo Davide cuentan con él aunque de momento no esté disfrutando de muchos minutos. Cierto es que Camavinga tiene una competencia atroz en el equipo no solo con el trío mágico formado por Modric, Kross y Casemiro. 

Ancelotti cuenta con él, le gusta su forma de ser y considera que tiene mucho por mejorar y aportar. El staff técnico coincide en una cosa y así se lo han hecho saber tanto al futbolista como al club: frenar su ímpetu, dar más inteligencia a su poderío físico. 

Hay, en el club, quien lo compara con los inicios de Vinicius. El chico debe saber controlar más sus impulsos y pensar más antes de actuar. Hay jugadas en las que Camavinga ha hecho faltas innecesarias y utiliza demasiado el juego físico. 

Eduardo Camavinga va sobrado de personalidad, frescura y energía, algo con lo que Carlo está encantado. Sabe que tiene un diamante por pulir pero no tiene la más mínima duda de que será uno de los mejores centrocampistas del mundo. 


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