El danés acababa contrato con el Tottenham y su agente, a través de un intermediario, ofreció al futbolista al Barça.

Llegaría gratis en junio o previo pago de 20 millones de euros en enero tal y como ha cerrado el contrato el Inter. El intermediario llamó a “su amigo” Eric Abidal y éste contestó que le llamaría.

Esa llamada nunca se realizó. Abidal pasó directamente de Eriksen y su entorno, un desprecio total ante uno de los mejores jugadores relación calidad – precio del mercado.

Lo grave de todo es que esto ha sucedido mientras el Barça se tambalea por la ausencia de rendimiento competitivo de sus mediocampistas.

Pocos jugadores han firmado más de diez goles y de diez asistencias por temporada en los últimos cinco años. Eriksen es uno de ellos pero Abidal, pese a la facilidad que tendría por el deseo que tenía el futbolista, no perdió un segundo de su tiempo. ¡Lamentable!