La madre de Cristiano Ronaldo sufre como si fuera la madre de un torero. El futbolista ha reconocido que su madre lo pasa mal cada vez que él juega un partido.
Y este comportamiento no es nuevo, le pasa desde que llegó al Manchester United. Para llevar mejor la situación, Dolores Aveiro se toma tranquilizantes y ansiolíticos siempre controlado por los médicos.
En más de una ocasión, evita ir al campo para ver a su hijo y se queda en casa. Cuando no acompaña a CR7 lo que hace es dar paseos mientras se está disputando el partido y de vez en cuando consulta el resultado.
A pesar de que el hijo de Dolores Aveiro es uno de los mejores de la historia del fútbol, no se le van los nervios. El hijo siempre le quita importancia porque según Cristiano “no es más que fútbol”…