Gareth Bale está condenado y lo vive en silencio. Sabe que está cautivo del Madrid y de España, otra cuestión es como terminen las cosas.
Su futuro en China fue un farol desde el principio y lo fue porque él nunca tomó en serio la opción de irse al Jiangsu a pesar de los 22 millones netos por temporada que tenía encima de la mesa.
El principal impedimento del futbolista para no irse a China es que su familia se opuso radicalmente mudarse al lejano oriente. Su mujer le dejó claro que no quería vivir en China y he aquí el principal problema de Bale y por tanto del Madrid.
El siguiente plan era que volviera a Inglaterra. Las ofertas que llegaron lo hicieron tarde y las que llegaron en tiempo eran de valor insuficiente para Florentino Pérez. Además de esto, Bale no quiere volver a las islas entre otras cosas por los problemas de su familia política.
La vuelta de Bale a Inglaterra generaría una presión por parte de la prensa rosa que no está dispuesto a soportar, una presión superior a la que puede tener con Zidane si sigue en el Madrid.