Brahim Díaz tiene solo 18 años, es malagueño y de origen marroquí. El chaval vive por y para el fútbol.
El chico vive con sus padres, una familia humilde y trabajadora cuyo objetivo es apoyar a su hijo.
Brahim no es de salir, siempre ha tenido una conducta ejemplar mientras ha estado con Guardiola en el City. Ahora en el Madrid, su conducta será la misma porque tanto el chaval como su entorno lo tienen claro.
No se le conoce novia ni aficiones. De momento se está adaptando a su nueva vida en Madrid. Lo que está claro es que el chaval está bien asesorado y no solo por sus padres... Quienes le llevan están convencidos de su talento brutal.