Es posiblemente la pareja más consolidada del fútbol mundial. Messi y su mujer, Antonella Rocuzzo, son ejemplo de una verdadera historia de amor.
Ambos se conocieron cuando Leo tenía 9 años y Antonella 8. Eran amigos en Rosario, la ciudad natal de ambos. Un primo de ella era íntimo amigo de él y desde entonces Messi y Antonella llevan toda su vida juntos, de niños compartiendo mucho tiempo juntos y después siendo novios.
Poco o nada se sabe de Antonella, la mujer que le da estabilidad al mejor futbolista de la historia. Ella era una niña bien, hija de un dueño de una cadena de supermercados.
Con los años, Messi pasó por varios equipos y dio el salto a la cantera del Barcelona pero la distancia no pudo con el amor idílico de Leo y Antonella. Y hasta hoy.
Messi es un referente en el fútbol pero también todo un ejemplo de lo que es una historia de amor verdadera. Este matrimonio se fraguó desde que se conocieron siendo niños. Sin lugar a dudas, es un matrimonio afortunado quizás porque ambos son personas reservadas, prudentes y respetuosas.
