Una de ellas es su pelo, que de momento no quiere cortarse la melena aunque no sea el peinado más cómodo para jugar al fútbol. Erling no va a ir al peluquero en un largo periodo de tiempo, a lo sumo se cortará las puntas pero no quiere cortarse el pelo.

Haaland piensa que le ha ido muy bien gracias a su melena dorada, un pelo tan que ya es parte de su personalidad desde que llegó al Manchester City. Los Citizen han conseguido ganar la Premier League y la Champions League, competiciones en los que su papel ha sido indispensable.

Por cierto, otro de los futbolistas más supersticiosos que hay en el panorama actual es Antoine Griezmann que tras abandonar el Barcelona tras dos temporadas con un rendimiento escaso, volvió al Atco. de Madrid con un corte de pelo e incluso con un tinte bastante indicativo de su estado de ánimo.