“A bombo y platillo”, así ha lanzado al mercado Amazon el estreno la serie documental sobre la vida de Sergio Ramos. La primera temporada del documental cuenta con 8 capítulos de no más de media hora cada uno.
El documental es malo, muy malo. Tiene una producción nefasta y todo está guionizado. Esto quiere decir que poco han dejado ver, todo lo que dice Sergio y los suyos ha sido controlado para quedar siempre bien en pantalla. No han dejado lugar a la naturalidad.
Se nota que los Ramos no han querido mostrar su casa, todo se ha grabado en tres o cuatro puntos concretos del famoso chalé de La Moraleja valorado en 12 millones de €.
El documental, en su primera temporada, es aburrido, soso y aporta bastante poco. El Ramos del documental nada tiene que ver con el real. Todo es excesivamente políticamente correcto.
En el documental, además del futbolista, tienen protagonismo su mujer e hijos, su hermano y representante René, su madre Paqui y su padre. Por cierto, se nota que hay mucho relleno con muchos minutos de partidos de fútbol.
La conclusión es que se han censurado muchas cosas, tantas que la serie llega a defraudar.