Carletto es una persona educada, correcta y tiene una buena relación con la plantilla. Nadie en el vestuario puede hablar mal del italiano. Además, su hijo Davide tiene más nexo de unión aún con los jugadores. 

El técnico transalpino nunca mete la pata ni con la prensa ni con los suyos. Florentino y su staff están gratamente sorprendidos porque el tiempo les ha dado la razón con su vuelta. Saben que tienen en el banquillo a un señor, dentro y fuera del campo. 

Carlo está feliz en Madrid, disfruta de una gran calidad de vida, ama la capital de España y tanto es así que vive en pleno centro de la ciudad, a escasos metros de la Puerta de Alcalá y del Retiro. 

Carletto es feliz en el Madrid y eso se le nota. Si nada se tuerce, el italiano puede estar muchos años en el banquillo blanco. El club está muy contento con él.