Se trataría de una liga formada por 16 o 18 equipos que jugarían a ida y vuelta, es decir 30 o 34 jornadas, y que de entrada contaría con 13 clubes fundadores que tendrían asegurada su presencia siempre. Estos equipos son Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid en España; Liverpool, Manchester City y United en Inglaterra; Inter, Milan y Juventus en Italia; Bayern Munich y Borussia Dortmund en Alemania; Ajax en Holanda y el PSG en Francia. 

El resto de equipos participarían por invitación. Fuentes cercanas a los clubes fundadores aseguran contar con unos fondos iniciales de 30.000 millones de euros, lo que podría asegurar un reparto de 1.000 millones de euros anuales para cada club. 

La idea cuenta con muchos otros clubes en contra y también muchas entidades. La UEFA no contempla una competición así, que sería un golpe muy duro a la Champions y también a las ligas domésticas. 

Los clubes de la súper liga aseguran contar con el apoyo de la FIFA, para entre otras cosas, algo tan importante como asignar árbitros y velar por las normas y reglamento de la competición. 

La idea lleva germinando desde hace tiempo aunque salió a la luz en el discurso de despedida de Bartomeu como presidente del FC Barcelona, cuando anunció que el Barça había firmado su adhesión a este proyecto. Lo que el presidente de la liga, Javier Tebas, vaticinó como una ruina para el club blaugrana y el resto.