Como en la vida, las cosas pueden cambiar rápidamente en el fútbol. Leo Messi que siempre ha mandado en el vestuario y en el club se ha quedado completamente solo aunque nadie le discuta nada.
No tiene amigos ni gente de confianza en el vestuario. El entrenador, Koeman, le mira con distancia sin olvidar el circo que montó el argentino el pasado verano. Sus compañeros, el clan fuerte del vestuario, Piqué, Alba y Busquets ya no tienen con el argentino la misma relación que antes.
Leo siempre fue íntimo de su ‘hermano’ Suárez pero también tuvo gran amistad con los ausentes Neymar, Cesc Fábregas, Dani Alves o Arturo Vidal. Todos se han ido y se ha quedado sin cómplices dentro y fuera del campo.
En el club, además, hay otros grupos que prácticamente no tienen relación con él como es el clan de los franceses capitaneado por Antoine Griezmann, un futbolista que nunca fue aceptado por Messi.
Las cosas se le han dado la vuelta al argentino y ha pasado de ser el líder del grupo a no tener amigos. Habrá que ver lo que están dispuestos a hacer sus compañeros por arroparle y mejorar la situación…