Ernesto Valverde “ha pagado la factura” de la ruptura que hay entre el vestuario y Josep María Bartomeu. Entre ambas partes hay un abismo complicado de solucionar y en medio estaba el entrenador, un entrenador que pecó de contentar en exceso a sus futbolistas y más en concreto al núcleo duro encabezado por Messi, Suárez, Piqué o Jordi Alba.
La ruptura entre la plantilla y el presidente se ha hecho más grande desde que Valverde no es técnico del Barcelona. Todos los futbolistas estaban encantados con el entrenador, había comodidad y buen rollo entre otras cosas porque tenían poder de negociación con el entrenador para tener algún que otro día libre.
La relajación fue aumentando en la plantilla y eso no gustó en las altas esferas del club. Bartomeu y los suyos decidieron poner fin a Valverde y fichar un técnico consecuente con el juego clásico del Barcelona a la par que exigente con los futbolistas. De hecho, Setién, lo primero que hizo fue cancelar un día libre que tenían negociado con Valverde.
Bartomeu le hizo un encargo claro y directo a Setién: más autoridad y exigencia y acabar con las indisciplinas de Dembélé, disminuir al máximo los días de asueto de la plantilla y erradicar los viajes de ocio mientras un futbolista esté lesionado.
Los ánimos están caldeados en Can Barça y Setién no lo va a tener fácil. De momento, Messi no ha hablado…