Los resultados no están saliendo y la situación económica no mejora. Además, el mal juego del Barcelona no ayuda a que salgan futbolistas como Koundé y poder hacer caja para ir reduciendo costes y fichar mejor.

Laporta no pudo disimular su enfado tras la derrota por 3-2 ante el Amberes, el peor equipo de Europa y que no había conseguido ganara a nadie hasta entonces. Su cara era un poema y su rostro desvelaba un enfado máximo.

Joan está harto y no sabe qué hacer con Xavi, el de Manresa apenas tiene crédito ya. Lo había perdido en parte de la plantilla pero su prestigio y credibilidad como entrenador se están yendo a la deriva.

Joan ya no disimula sus mosqueos ante nadie…