Sergio invitó a su boda a gente de todo tipo. Fueron futbolistas,
millonarios y gente “normal” y con recursos más limitados.
Estuvieron casi 500 personas, todos los que la pareja quiso que
estuvieran y aunque fallaron unos cuantos, no faltaron los más
importantes.
Sergio para sus amistades menos adineradas subvencionó al máximo su
asistencia a la boda. A muchos de sus amigos les llegó a pagar el
billete de avión o del AVE para llegar hasta Sevilla. Por cierto, esos
billetes era en Primera.
Otro gesto más que refleja la gran generosidad del camero.