La pareja de Cristiano Ronaldo está por encima del bien y del mal. La modelo e influencer de Jaca está en su mejor momento de fama.
La modelo vino a Madrid desde Turín para asistir a una fiesta benéfica. Lo curioso es que posó para los medios fotográficos y se marchó por donde vino. No se quedó al evento.
No habló con nadie, solo sonrió en el momento de las fotos y poco más. En los medios se preguntan el porqué de esta actitud.
Georgina ha pasado de ser dependienta de Gucci a ser una diva. No hay quien la tosa, una actitud incomprensible que ni muchas actrices de Hollywood
tienen...