Gareth Bale es el primer futbolista que ha conseguido sacar de quicio al paciente Zidane. El francés, a pesar de su aspecto y talante, ha demostrado que es de “mecha corta” para algunos temas.
Volvió al Madrid para poner orden y así está siendo. El nuevo Zizou es orden y mando y Bale sale del Madrid por las buenas o por las malas, eso ya da igual. El galés se mostró sonriente en las primeras jornadas de pretemporada a sabiendas de que estaba ‘cocinando’ la primera bomba de la temporada en el club blanco.
Bale es un pasota, le da igual todo. Ni tiene presión ni la quiere y así se lo dijo al club. En la gira, en los primeros días en Montreal, no mostró ningún interés por ganarse el puesto o la confianza de Zidane.
Gareth era profesional aunque con el ritmo justo. Nunca tuvo feeling con nadie en el vestuario y apenas habla castellano aunque, eso sí, se hizo entender en nuestro idioma para decir las cosas muy claras: “Me da lo mismo, como si quieren mi dorsal. No me importa quedarme sin él”. Vergonzoso cobrando lo que cobra…
Bale, otro crack que se irá del Madrid por la puerta de atrás. Zidane no lo pudo decir más claro…
